

Hay veces en que las heridas se abren y ya no puedo.
Una furtiva lágrima se lanza al abismo y no regresa. Ni Vivaldi.
Puedo ser ajeno al otro y ocultarme.
Y lo prometo mil veces y me olvido.
Y me desangro y soy mas fuerte.
Desiertos.
Y camino donde el niño no puede. Y veo al hambre y a la miseria.
Y ya no lloro.
Y no puedo hacer lo que el Hombre no recuerda de un niño.
Concerta el dolor mi destino.
Y ya no creo que la noche sea mas larga. Pues es solo noche.
Algunas tiritan a lo lejos..
Pero hoy te vi, hermosa. Bella como un ángel.
Y me vi. Y ya no puedo estar en ese sitio.
Y me odie.
Y me volví a amar.
Y me sentí orgulloso de los que ven en precipicio. Y te advierten.
No quise dañarte y lo hice. No me dejaste alejarte.
Y sentiste mi dolor y pido perdón.
Es tu error, no el mio..
Una mirada indiferente y ajena. Y no me pierdo en el Otro.
Y Dios perdona.
Una lágrima me permito.
El celta