Creí que sabía mucho; pero nada,
creí que conocía la soledad,
hasta que pasó el tiempo sin tí.
Reí contigo y supe
que nunca tuve idea de lo que es reir.
Creí saber de música, y ahora tu canción favorita
me despierta en las noches con sus acordes ondulantes
y la voz serena.
Creí conocer la paciencia,
pero la incertidumbre es más cruel
cuando tú eres la causa,
los minutos y las horas recorren mi piel
como si les costara trabajo.
Hasta ahora sé como corre el tiempo diferente
para los que esperan, y yo te espero,
en la esquina de mis sueños,
en las calles de mi vida,
creo que llegarás a las nunca y media
Hola hermano. Este poema en particular me fascina. Te quería preguntar en dónde lo encontraste, yo lo pude escuchar por primera vez en la radio. Saludos.
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