अमोर रेलिगिओसो

En estas bocanadas de silenciosa rabia,
de saberme abraxas,
aunque condenado por ser ajeno al bien

Mi maldad refleja las visceras del cordero,
ya ejecutado, ya condenado, YA traicionado;
Y que ninguno quiere aceptar ser responsable.

Y no pretendo que otra cruz nos salve,
y aunque hoy el amor me aqueja,
No tengo ganas de desangrar en petalos
pues sé que el dolor nos pertenece
y abrazarlo nos hace menos infelices
y mas sabios.

Y al Sol espero.

No soy Garrik,
Pero esta es hoy mi receta:
Sin saber cual de ellos es el otro que espero hoy me llame.
O cual de ellos embista sin motivo la batalla que no batalla en su ceguera
O cual me rinde la sonrisa del amante que he dibujado en mi deseo de ser otro

O quien seré mañana al despertar. En un constante siendo que no me pertenece ni a mi ni a nadie.

Y eso es fascinante.

Y yo me pregunto en este delirio religioso
Si Dios creo al hombre, y cuál es el sentido de mi exustencia.

Y esta pregunta cae de por si en la nada, si ajenamos al tiempo y la consecuencia.

Hoy pienso que el hombre creo a Dios, inventó al demonio; los puso afuera
Y creo grandes templos para adorarlos o condenarlos en otros.

Y limpiarse constantemente de lo que no saben o no pueden saberlo propio.
No es un juicio, yo también ciertas noches rezo.

Y quizás es lo que da sentido a seguir esperándote;
en los amaneceres y atardeceres;
soñando me invites a tu reino
para luego expulsarme
y así poder amarte.
Je T´aime