martes, 7 de octubre de 2008

Ten siempre confianza (no es de mi autoría)

A veces parece que todos los caminos se cierran,
que la noche es eterna,
que el invierno ha congelado los corazones,
que no existen más rosas,
que tu destino son las lágrimas,
que no hay sino soledad para ti,
que han desaparecido las estrellas,

que la sonrisa se apagó sobre la tierra,
que los días son cortos y lluviosos,
que las noches son interminables y sin luna,
que no hay espacio alguno para tus pies,
que no hay salida en la calle de tu vida,
que la indiferencia y la desilusión
aprisionan tu corazón ...

Pero aún entonces puedes confiar
que tú eres un camino eterno y abierto,
que tu eres un día luminoso,
que en tu alma no hay estaciones,
sólo las hay en tu mente,
que hasta en el desierto
más árido y seco hay una flor,
que las lágrimas, como el agua,
dan vida y fecundidad,
que tú eres el mejor amigo de ti mismo,

que tu alma es un cielo
lleno de luz y de estrellas,
que dentro de ti el rostro de la vida sonríe,
que en ti está el sol radiante,
solo es noche si le das la espalda,
que el mundo es ancho y no ajeno,
sino tuyo porque tú eres el mundo,
que norte, sur, este y oeste
son puntos para tu elección,
que tu eres amor pleno.

Estás destinado a dar,
más que a recibir.

Ten confianza porque aunque tu mente
te hable de puertas cerradas y de soledad,
ése es un engaño temporal y pasajero.

Tu estás destinado a ser luz
para muchos que necesitan
de tu luz y de tu amor.

No te quedes cerrado en tu rincón

Busca la paz interior

Si el desaliento te abate, medita;
la serenidad confortará tu espíritu
y te hará más sabio para el futuro.

Si estas enojado no te alteres,
pon en la herida un poco de bondad,
y castiga al culpable,
con toda la ternura que,
en ese momento,
tengas en tu corazón.

Si el odio quiere alcanzarte,
sonríe y perdona.
Tu amor ha de ser poderoso,
muy poderoso.

Si la envidia pretende trabar tus pasos,
elévate y vuela sobre ella.
Si la indiferencia te rodea,
derrótala con una sonrisa.

Amplía tu espíritu
en un anhelo de comprensión,
y tu palabra logrará penetrar
hasta lo más íntimo de tus hermanos.

Si el dolor se ceba en ti,
transfórmalo en luz,
en luz de experiencia,
y en el camino tropezarás menos.

Si un laurel del triunfo te alcanza, alerta.
Permanece sereno.
Sé aún más sencillo.
El orgullo puede destruir tu obra.

Si el silencio resuena a tu paso, alégrate.
La soledad te dará alientos para volver
y proseguir tu labor con tranquilidad.

2 comentarios:

  1. Sin palabras...te quiero.

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  2. Me pregunto quien serás. Quizás anónimo tiene tantas connotaciones que me intrigan. Mejor el secreto sempiterno o la libertad de la imaginación....

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